Resumen del taller breve en Málaga impartido por Pablo de Felipe sobre “El mensaje de la creación en Génesis 1”
02-03-2024
![]() Este taller se inició describiendo la compleja relación entre los modelos opuestos de concordismo y conflicto a la hora de interpretar el relato de Génesis 1 tanto en el cristianismo actual como en otras épocas. Aunque el creacionismo del siglo XX ha pretendido integrar el relato del Génesis 1 con la ciencia, realmente lo ha hecho con una ciencia propia, a su medida y rechazando el conocimiento científico acumulado en los últimos dos siglos en varias disciplinas como biología, geología, astronomía, etc. Estos problemas no son solo del presente, lo que se ilustró con los problemas a los que llevó el modelo cosmológico medieval de la tierra excéntrica (conocido como “manaza flotante”) que unificaba el Génesis 1 con la cosmología de Aristóteles y que fue refutado con las navegaciones portuguesas y españolas del siglo XV y XVI. Pasando al estudio en detalle de la interpretación de Génesis 1, se hizo un repaso desde la patrística a los debates de la época moderna y los debates del creacionismo y del diseño inteligente de finales del siglo XX y principios del XXI. En la segunda parte se pasó a un estudio más detallado de la interpretación del capítulo de Génesis 1 desde un punto de vista actual, teniendo en cuenta todo lo que se ha aprendido en los últimos siglos, respecto a cinco aspectos importante: ¿A qué audiencia se dirige? ¿Qué tiepo de lenguaje utiliza? ¿Qué tipo de literatura es? ¿Qué propósito tiene? ¿Qué más sabemos fuera de la Biblia? Esta última pregunta lleva a interrogarse sobre las relaciones entre el relato del Génesis y los relatos de la creación de otras culturas de la época y del entorno de los antiguos hebreos, lo que sugiere un enfoque polémico en el texto bíblico frente a los mitos de la creación de su contexto cultural. La presentación se cerró con algunas reflexiones sobre la importancia que este texto tiene para la ciencia, no ya como fuente de información científica sino como estímulo para una cosmovisión positiva hacia la actividad de la ciencia por su visión del mundo como algo material y no divino, por la idea de un mundo natural bajo leyes naturales puestas por el Creador, la confianza en la capacidad del ser humano como “imagen de Dios” que lo capacitaría para entender cómo Dios ha configurado libremente este universo. Finalmente se animó a los asistentes a la búsqueda de la verdad tanto en el mundo de la ciencia como de la fe. |